Los deseos vienen tan pobres
que los convierto en ampones
y así los uso para luchar
los sueños son tan reales
que se deshacen como tales
y no queda nada para buscar
están arriba los que nos gritan
y nunca van a dejar de brillar
los milagros dan en el clavo
con tu boca van de la mano
y no sabés cuando están por llegar
los letargos son tan extraños
(un anhelo torpe y gastado)
y no tengo fichas para aguantar
que en esta tierra nunca se rindan
es más difícil solos con solo rezar
somos náufragos queriendo encontrar
un lugar mejor
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